¿Sabías que la independencia no es algo que «enseñamos», sino algo que permitimos que florezca?

En Montessori, creamos las condiciones adecuadas para que el bebé desarrolle autonomía desde los primeros meses.

El papel del adulto:

Antes de hablar de independencia infantil, pensemos en la preparación del adulto ya que la forma en que acompañamos a nuestros bebés puede facilitar o dificultar su autonomía.


Observa sin intervenir: Mira lo que tu bebé intenta hacer antes de apresurarte a ayudarlo.

Evita interrumpir: Si está concentrado explorando un objeto, no le saques la oportunidad de descubrirlo.

Tener paciencia: La independencia toma tiempo y requiere práctica.

Exploración activa y materiales adecuados: El bebé aprende con las manos.

Desde los 3 meses, puedes ofrecer:

Sonajeros de madera o tela para estimular el agarre.
Objetos con diferentes texturas, formas y pesos.
Actividades que fomenten el movimiento de pinza (agarre con pulgar e índice).

Libertad de movimiento desde el nacimiento:
El desarrollo motor es la base de la independencia.

Para apoyarlo:
Evita andadores, hamacas prolongadas o dispositivos que restrinjan el movimiento.
✅ Prepara un área segura en el suelo con una colchoneta, donde pueda moverse libremente.
✅ Usa ropa cómoda que le permita moverse sin restricciones.

El adulto es el mayor obstáculo en la conquista de la independencia si no confía en la capacidad del bebé.
¿Cómo fomentas la autonomía de tu bebé en casa?

¡Te leo en los comentarios!

No te pierdas el próximo post, donde te daré herramientas prácticas para aplicar estos principios en tu día a día.

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