¿Te imaginas un hogar donde tu bebé, tu niño(a) es acompañado(a) en cada una de sus etapas, con base en la observación y con base a eso, todos(as) se vayan construyendo como familia, como entorno de crecimiento? Donde tu bebé pueda moverse con autonomía, encontrando lo que necesita en su ambiente para aprender a su ritmo y desarrollar su confianza desde temprana edad?
¡Eso y muchísimo más es posible con el método Montessori! ?
Si ya habías escuchado sobre Montessori pero no sabes por dónde empezar, hoy te explicaré de manera sencilla qué es, por qué funciona y cómo puedes aplicarlo en casa sin complicaciones.
¿Qué es el método Montessori?
Es una educación para la vida.
El método Montessori es una forma de aprendizaje basada en el respeto por el desarrollo natural de cada niño y niña. Fue creado por la doctora María Montessori a partir de la observación de cómo los niños aprenden mejor cuando se les permite explorar, experimentar y descubrir a su propio ritmo.
Aprender haciendo
En lugar de aprender solo con explicaciones, los niños y niñas utilizan materiales diseñados para que descubran conceptos a través de la experiencia. Así, tocan, prueban, comparan y resuelven problemas de forma activa, lo que fortalece su comprensión y autonomía.
Libertad con límites
Tienen la posibilidad de elegir sus actividades dentro de un ambiente preparado con materiales adecuados para su desarrollo. Esta libertad fomenta su curiosidad y amor por el aprendizaje, mientras que los límites aseguran un entorno seguro y armonioso.
Repetición y concentración
Si algo les interesa, pueden repetirlo cuantas veces quieran. De esta manera, perfeccionan sus habilidades y construyen confianza en sí mismos, desarrollando la paciencia y la autodisciplina.
Sin premios ni castigos
En lugar de motivarlos con recompensas externas o corregir con castigos, se les ayuda a encontrar satisfacción en el aprendizaje mismo. Se valora el esfuerzo y el progreso personal, fomentando la autoconfianza y la responsabilidad.
Un desarrollo integral
El método Montessori no se enfoca solo en lo académico, sino también en el desarrollo emocional, social y físico de cada niño y niña. Se les enseña a respetarse a sí mismos, a los demás y al mundo que los rodea, cultivando valores como la empatía y la cooperación.
El papel del adulto(a)
Los adultos(as) no son “maestros(as)” en el sentido tradicional, sino guías que observan, acompañan y crean un ambiente que favorezca el aprendizaje. En este método, la educación no es imponer conocimiento, sino despertar el interés y la confianza en sí mismos(as) para aprender.
El objetivo final de Montessori es formar personas autónomas, seguras de sí mismas, con pensamiento crítico y amor por el aprendizaje. Una educación que respeta la infancia y prepara para la vida.
¿Por qué Montessori funciona en casa?
Su verdadero potencial se ve en el hogar. El método Montessori funciona en casa porque se basa en principios que pueden ser aplicados en el hogar para fomentar el desarrollo integral del niño(a). Algunos de estos principios incluyen:
- Confianza en el potencial innato del niño(a): El método Montessori reconoce que los niños(as) tienen una capacidad innata para construirse a sí mismos(as). En casa, esto significa confiar en la capacidad del niño(a) para aprender y desarrollarse por sí mismo(a), dándole la oportunidad de buscar soluciones y realizar tareas de manera independiente.
- Importancia del ambiente preparado: El método destaca la importancia de un ambiente ordenado, accesible y adaptado a las necesidades del niño(a). En casa, esto implica crear espacios donde el niño(a) pueda alcanzar lo que necesita por sí mismo(a), promoviendo su autonomía. Esto puede incluir mobiliario a su altura, materiales accesibles, y objetos cotidianos que pueda manipular. En nuestra tienda podrán encontrar este tipo de mobiliario.
- Desarrollo de la autonomía: El objetivo principal del método es ayudar al niño(a) a lograr la autonomía, no solo física sino también intelectual y moral. En casa, esto significa permitir que el niño(a) haga cosas por sí mismo(a), como vestirse, alimentarse o explorar, interviniendo solo cuando sea necesario. Se debe evitar la sustitución, donde el adulto(a) hace las cosas por el niño(a), ya que esto obstaculiza su desarrollo.
- Énfasis en el proceso: El método Montessori valora el proceso de aprendizaje más que el resultado final. En casa, esto significa permitir que el niño(a) repita las actividades cuantas veces quiera, ya que esto le permite consolidar sus habilidades y mejorar sus movimientos.
- Observación y respeto por el ritmo individual: El método destaca la importancia de observar al niño(a) y respetar su ritmo de aprendizaje. En casa, esto significa ser un observador atento(a), permitiendo que el niño(a) explore y aprenda a su propio ritmo, sin forzarlo a adaptarse a las expectativas del adulto(a).
- Importancia de las manos y el movimiento: El método Montessori reconoce la importancia de las manos como órganos de la inteligencia. En casa, esto significa ofrecer actividades que desarrollen la motricidad fina, como los movimientos de pinza, y que fomenten la coordinación viso-motora. También se debe promover el movimiento libre, permitiendo que el niño(a) explore el espacio y desarrolle su equilibrio y coordinación.
En resumen, el método Montessori funciona en casa porque proporciona un marco para comprender las necesidades del niño(a) y crear un ambiente que fomente su desarrollo autónomo, respetando sus ritmos y procesos individuales. Al aplicar estos principios, se apoya al niño(a) en su camino hacia la independencia y la autoconstrucción.
¿Quieres saber como empezar el método en tu casa? Te lo cuento en el próximo POST.
Soy Juliana Simeone, especialista en Montessori y educación inclusiva.